Llevar un adecuado control de stock puede ser el diferencial en el servicio que brindas como negocio. Una organización eficiente se traduce en operaciones más dinámicas y clientes satisfechos. Te contamos por qué debes cuidar este factor en tu empresa y cómo optimizar su gestión para mejores resultados.
No hay magia, saber de qué disponemos en todo momento es clave para ofrecer eficacia en el despacho de los productos. La satisfacción del cliente es la mejor carta de presentación de un negocio. Por esto, la demora o cancelación de ventas por deficiencias en la gestión de inventario son altamente perjudiciales.
Queremos que a tu negocio le vaya bien, para eso, te traemos las claves para una mejor administración de stock o inventario de tus productos. Un control ordenado es la puerta para aumentar el volumen de ventas y ganar confianza con tus clientes.
¿Qué es el control de stock?
Entendemos por control de stock al sistema de registro de los ingresos y egresos de mercadería y/o materiales que se hayan producido. De esta manera, se puede conocer con exactitud la disponibilidad en almacén o bodega para cada producto y llevar un seguimiento eficiente de los movimientos.
Este tipo de gestión de inventario permite adaptarnos a una planificación de demanda según el comportamiento de las ventas. Así, facilita prever a futuro las necesidades de reposición y períodos de menor flujo de salida. Además, posibilita operaciones comerciales más rápidas y seguras.
Como empresa, es de vital importancia que conozcas minuto a minuto el estado de tu inventario. Tener movimientos sin registrar es un riesgo que puede perjudicar la sustentabilidad de tu negocio hasta niveles irremediables. Por ello, es indispensable contar con un sistema eficiente en el registro de tu stock.
Tipos de stock
El inventario de un negocio es su mayor inversión. En él se incluyen todos los productos que ofrecen a sus clientes y los materiales necesarios para su producción, si fuera el caso. La clasificación del stock debe atender a las particularidades de las piezas que la componen.
Existen productos cuyas características se deterioran con el paso del tiempo y pierden utilidad, pero existen otros que no. El stock se clasifica por su caducidad en perecedero, con fecha de caducidad o no perecedero. Por supuesto, los dos primeros requerirán de un control exhaustivo para que no se produzcan pérdidas.
Por otra parte, el inventario puede organizarse de forma más compleja en categorías que prioricen la funcionalidad de los productos almacenados. Según este criterio, el stock se divide en:
- Activo: de mayor salida. Responde a la demanda habitual.
- Máximo: el nivel que no debe superarse según la capacidad de almacenamiento disponible, la demanda, o el tiempo de pérdida de utilidad.
- Mínimo: el inventario suficiente para cubrir la demanda. En este nivel es necesario reponer.
- De seguridad: el stock para situaciones de emergencia en las que se agotó el mínimo.
- De recuperación: que perdió cualidades, pero puede recuperarse en su totalidad o parte de él.
- Inactivo: es aquel que ya no es recuperable y debe ser desechado.
- En tránsito: que se encuentran en alguna etapa productiva y estará disponible en el corto plazo.
- De temporada: son niveles de stock que responden a una demanda especial por una temporada de mayor flujo comercial.
- Especulativo: de manera similar, responde a una expectativa de aumento en la demanda.
Por último, existe una clasificación según la operativa diaria del stock en almacén o bodega. Esta clasificación es la que debe tenerse en cuenta a la hora de ofrecer los productos o tomar pedidos para evitar rupturas en el servicio. En este caso, encontramos los siguientes tipos de stock:
- Óptimo: el “ideal” que le significa la mayor rentabilidad a la empresa.
- Físico: el número total de productos existentes en el almacén.
- Neto: el resultante al restar la demanda no satisfecha al stock físico.
- Disponible: incluye los productos ya en camino para reposición y el neto.
- Cero: responde al stock generado solo por pedido previo. Disminuye las unidades existentes en el almacén sin demanda.
Ya conoces todos los tipos de inventario que debes tener en cuenta en el control de tu almacén. Como verás, es indispensable contar con un sistema preparado especialmente para las características de tu negocio para que tu inversión rinda su máximo potencial.
Ventajas de un control de stock ordenado en tus canales de venta
Lo que está en juego cuando hablamos del control de stock es el corazón de tu empresa. Llevar una gestión ordenada en tus canales de venta es fundamental para operar con seguridad y tranquilidad, además de brindar un servicio de calidad para tus clientes.
Descuidar el inventario puede conducir a graves fallos operativos como una demanda insatisfecha, clientes que buscan otros comerciantes y pérdida monetaria. Por el contrario, un cuidado eficiente te traerá grandes ventajas:
- Ahorro en gastos excesivos de mercadería.
- Conocer la disponibilidad en tiempo real y operar más rápido.
- Controlar la salida a tiempo del stock perecedero.
- Evitar “ruptura de stock”, es decir, demanda no satisfecha.
- Reponer a tiempo y prevenir atrasos.
- Evitar un exceso ocioso de inventario.
Ten en cuenta que todos estos beneficios son consecuencia de una tarea ardua y laboriosa de clasificación y actualización constante. Un control de inventario manual será más costoso e implica riesgo de irregularidades, sobre todo en empresas de gran caudal de ingresos y egresos.
Beneficios de automatizar la gestión de inventario
Si buscas la optimización completa del control de inventario en tu negocio, la automatización de este proceso es la solución más eficiente. Es el mecanismo que utilizan las empresas con grandes almacenes, ya que permite llevar un control con actualización inmediata, a prueba de errores.
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